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Sigurd Nibeljorn
Imagen de Sigurd Nibeljorn
Información del personaje
Servidor Los Errantes
Apodo Martillo de Tyr
Título -
Género Masculino
Raza Hombre del norte
Edad 54 años
Clase Berserker
Alineamiento Neutral Caótico
Ocupación Clan Nibeljorn
Lugar de nacimiento Isla de las Lanzas
Residencia Nibelgaard o Komawa
Afiliación Clan Nibeljorn, Sangre
Estado Valhalla (muerto)

Trasfondo I. Orígenes del Clan Nibeljorn[]

Nacio en la actual Isla de las Lanzas entre alegres hombres y mujeres del Norte, con unos pocos drakkars amarrados a su pequeño muelle, en la lejanía los botes de pesca partían en busca de presas para el poblado y un Jarl en plena madurez gritaba y daba gracias a los Titanes con su Seid cerca mediante por el nacimiento de su vástago, era Magnus Nibeljorn, la mujer que sudorosa mostraba sus ruborizadas mejillas desde su lecho era Igritta Osgerd de un clan menor que ahora estaba ligado al de su esposo. La Seid lo limpió antes de que su orgulloso padre lo siguiera alzando en volandas por todo el Gran Salón, hizo los ritos para contentar a los Titanes y lo sumergió en una mezcla de hierbas para eliminar cualquier demonio que pudiese hacer enfermar al niño. Este por su parte lloraba a pleno pulmón golpeando sin temor todo lo que se le ponia al alcance con sus diminutos puños.

Creció sano y fuerte, aprendió a muy temprana edad a leer viejas odas que a mas de uno le costaba cierto esfuerzo e incluso aprendió el idioma de los humanos del Sur, bien por el comercio del Clan con barriles de pescado ahumado o cuando los drakkars traian algún esclavo de sus correrias él siempre queria conocer de donde venian, su idioma, su cultura, a veces su padre pensaba que tenia a un avatar de Mimiron en casa en vez de un verdadero hombre del Norte, pero conforme creció esas ideas cambiaron, hacha, espada, con escudo o sin él, Sigurd vencía o dejaba mal parados a cuantos se le enfrentaban a él en los entrenamientos, su educación como futuro Jarl tenia que dar comienzo.

La Seid bajo desde su cabaña en los bosques donde se sentía mas en sintonia con los Titanes y bajaba al Gran Salón del Clan a educar al joven Sigurd sin saber que su educación ya hacia tiempo había comenzado.

Antes de que nadie se lo dijese, Sigurd entendió desde pequeño que tendría algún dia que cuidar de su Clan y los que le eran leales, asi que en vez de quedarse en el Gran Salón bebiendo y dejando pasar el tiempo, fiel a su forma de ser, se lanzaba cuando el sol empezaba a despuntar a los muelles, junto a marineros, pescadores y demás ayudaba en cuanto le pedían, les escuchaba y los veía partir, su padre aún no le había dado permiso para subir a un bote sin antes pasar la prueba del Clan Nibeljorn. Por eso después de estas tareas, se iba a los bosques a cazar con los batidores del Clan, Sigurd siempre estaba presente y ayudaba a preparar la pieza para llevarla al poblado. La Seid lo esperaba cuando el gran astro se escondía para mostrarle más de sus antepasados, de los Titanes y muchas más cosas.

La Seid contenta con el crecimiento del joven Jarl le inculco un valor por encima del resto, el de la persistencia, le mostró un gran tejido que había echo ella junto a su madre, allí unos hombres del norte, apenas cuatro o cinco, aguantaban escudos en alto las llamaradas de un gran draco, como las leyendas de los hombres gigantescos dormidos en el hielo, Sigurd pensó mucho sobre esto y sobre la historia de su Clan conforme le contaba la anciana Seid y esta le mostraba el trabajo de toda una vida.

Una fria mañana de invierno, Sigurd junto a un grupo de jóvenes recibieron de Magnus, el Jarl del Clan Nibeljorn y los clanes de la Isla de las Lanzas una cuerda sin adorno ninguno alrededor del cuello.

- ¡Escuchad jovenes hijos del Norte!- decia Magnus en una amplia sonrisa entre su poblada barba y con los brazos abiertos- hoy comienza vuestra prueba para demostrar si sois merecedores de luchar y vivir bajo el amparo del Clan Nibeljorn, os entregamos esta cuerda alrededor del cuello para que de ella vuelva a nosotros un colmillo de protodraco colgando de ella-.

Los jovenes entre ellos Sigurd armados con diferentes armas se dispersaron en todas direcciones, tenían tres lunas para cumplir con su prueba, pero la Seid había dicho algo extraño al final "Observad nuestro estandarte, recordad nuestro pasado, cuidad el futuro", el estandarte Nibeljorn era un draco, al pasado se podia referir con la historia del tejido y el futuro... Sigurd tuvo una idea, algo que cambiaria el curso de la historia de su Clan.

Pasadas tres lunas llegaron dos jóvenes con sendos colmillos colgando de sus cuerdas al cuello, sangraban y tenían los escudos abollados, las armaduras echas jirones, un estado bastante lamentable, poco tiempo después Jofnag, un gran amigo de Sigurd, un joven muy grande y ancho de hombros parecido a los gigantes de las leyendas llego al poblado, arrastraba a dos jovenes muertos y de su cuello colgaban tres colmillos, todos conocian a Jofnag sabían que no los habia matado y que solo devolvia a las familias los cuerpos de dos valientes, el último en llegar fue Sigurd, manchado de tierra y con un olor extraño portaba su cuerda una uña colgando en vez del colmillo, sonriente traia algo mas bajo su capa echa con la piel de un colmipala, dejo el extraño presente en el suelo y espero a su padre.

- Parece que unos pocos lo habeis conseguido, otros están en Valhalla bebiendo con los antepasados, y otros simplemente se burlan de las tradiciones del Clan- escupia como fuego Magnus mirando a su hijo- ¿A que se debe esa estúpida sonrisa y ese extraño bulto?-.

- Mi Jarl, hombres libres, escuchadme- dijo serio y abriendo los brazos creando un circulo en torno a su figura- durante largo tiempo hemos cazado, luchado y temido a los dracos y sus hermanos, pero yo pienso, porqué en vez de combatirlos no los usamos para nosotros, como arma, imaginad, seriamos como los gigantes de las leyendas que montaban en dracos, esos... Vrykuls-.

Todos se quedaron mirando extraños a Sigurd y cuando levanto su capa mostro tres huevos de protodraco que aún estaban al rojo vivo y humeaban un poco, las miradas entonces fueron hasta la anciana Seid y el Jarl Magnus Ostregson Nibeljorn, el Matadragones.

- Por mi parte creo conveniente lo que dice nuestro joven Sigurd- dijo la anciana Seid tras observar las runas que lanzó al suelo.

- Yo, Jarl del Clan Nibeljorn y los clanes de la Isla de las Lanzas, digo que mi hijo no ha superado la prueba para ser un miembro del Clan- dijo provocando gritos de asombro entre los presentes y asentimiento entre los más ancianos, que observaron con desagrado la situación- pero no soy ciego ni tampoco un estúpido como a veces piensa de mi este hijo mio, por ello digo que no ha superado la prueba, es más, ha creado una nueva y merece ser miembro del Clan Nibeljorn- dijo abriendo sus brazos hacia su hijo y haciendo brotar una enorme sonrisa de su poblada barba.

Los tres huevos fueron, uno para Jofnag, otro para Sigurd y el tercero para Magnus, al invierno siguiente los huevos se abrieron y tres negros dracos asomaron, era el inicio de una nueva época.

La Isla de las Lanzas ahora estaba poblada por sus dracos en el aire y sus drakkars en el mar, el principal el "Trueno Negro" al mando de Sigurd, y fieros guerreros en tierra, todo parecía estar bien y la felicidad era plena pero no todo dura para siempre...

Cuando estalló la Guerra con los Trolls de Hielo los Jinetes de Dracos Nibeljorn lanzaron ataques precisos contra sus poblados o grupos aislados haciendo creer al resto de Clanes que era cosa de los Titanes, pero no tuvieron mucha mas participación al no ser tomados en cuenta por el resto. Antes de esto Grolf el Sanguinario partio con Soron Hardrada al Norte siendo uno de sus compañeros, caería en el camino. Los roces con los otros clanes y el Clan Nibeljorn dieron por resultado que estos se encerrasen en su isla sin ser molestados ni vistos, pero no dura mucho esta forma tan feliz y plácida de vida alejada de todo cuanto les rodeaba.

Cuando todos los clanes acudían a arrodillarse ante Alban Ravencroft, uno de los tres grandes clanes, los Valdrada se opusieron a que se le nombrase "Rey" junto a los Hardrada, estos últimos por lazos de amistad en el pasado llamaron a los Nibeljorn a luchar en la Guerra de los Clanes como seria conocida, perderían sus drakkars excepto el "Trueno Negro", muchos de sus dracos caerian bajo los arpones y otros artilugios Ravencroft, de ahi naceria el odio eterno entre ambos clanes, la victoria fue para los Hardrada, Valdrada y sus aliados, pero a un alto coste para el Clan Nibeljorn al perder tantos dracos y quedando con solo un drakkar, cuando todo eso ocurria la anciana Seid Nibeljorn enfermó y solo murmuraba una frase "La muertos viene del Sur", se pensó que una gran invasión venia del Sur pero no lo que en el horizonte apareció.

La Plaga se cernió sobre las fértiles tierras del Norte, los Jinetes de Dracos quemaban por cientos a los muertos y volvían a surgir nuevos al poco rato, nerubianos, masas de carne pútrida, todo tipo de monstruosidades arrasaron el lugar, todo esto mientras los Piratas del Norte asaltaban y se asentaban al Sur de la Isla de las Lanzas, lo que se llamaría el Cabo Pillastre. Sigurd dejo libre a su draco como otros muchos para que estos se salvasen, ellos subieron al "Trueno Negro" y cargaron contra los barcos piratas, los dracos, leales a sus amos se unieron desde los cielos a la batalla, Magnus luchaba en el poblado entre las casas cubriendo la retirada del Clan hacia el Norte, hacia Komawa, el combate era intenso, por cada pirata que dejaba partido en dos surgían otros tantos más sonrientes con todo un arsenal encima, pero aún con todos estos esfuerzos, todo ocurria muy lentamente.

La Plaga llegó en mitad del combate a la Isla de las Lanzas, los piratas se vieron atrapados entre dos frentes y murieron muchos de ellos, morir... bueno no, se levantaban al poco rato del suelo con sus heridas sangrantes de un icor verdoso luchando por aquel Nigromante que había desembarcado, Igritta con un grupo de mujeres arcos en mano abatían a cualquiera que se acercase a la comitiva que abandonaba aquella isla de muerte y fuego, pero una mole pútrida la alcanzo con su gancho destrozandole el pecho, Magnus aulló de dolor y decapitando a dos necrofagos que se le interponian en su camino fue hasta la mole a la que tras muchos golpes consiguió abatir y dejar en el suelo convertida en una mase de carne y fluidos, pero mientras caminaba hacia su amada esposa el Nigromante lanzo a todo su ejército contra el Jarl, Sigurd desde el mar ordenaba a sus hombres perseguir a los piratas que escapaban de la batalla ajeno a lo que ocurria en el poblado, pero fue Jofnag su amigo quién le cogio de la cabeza y le hizo girarse. Unos dientes como cuchillas, un rostro quemado y desfigurado lleno de anillas y otros aceros penetrando su carne, el Nigromante alzaba el cráneo de Magnus junto al de Igritta en una triunfante y macabra postura.

Sigurd apreto los puños y no dudo un momento, hizo sonar su cuerno para llamar la atención de los dracos, les señalo la Isla de las Lanzas y estos sin dudarlo, lo que antaño fue su casa, lo redujeron a cenizas entre las carcajadas del Nigromante mientras moria junto a su ejército, la Isla de las Lanzas se habia salvado de ser profanada, la tierra volveria a ser verde con el tiempo. Sigurd ordeno a sus hombres ir al poblado vecino en busca del resto del Clan, alli conocerian a los Kalu'ak de Komawa y entablarian gran amistad hasta que la llegada de la Alianza a Rasganorte bajo Arthas que evitaron, juntos devolverian el verdor a la Isla de las Lanzas, sin poder evitar que los piratas volviesen y la tomasen hasta su expulsión al actual Cabo Pillastre por el fallecido Sir Bladrin en la Guerra del Norte contra el Emperador Zuul muchos años después.

Trasfondo II. Jarl Sigurd Nibejorn, hijo de Magnus[]

Sigurd fue proclamado por los supervientes en Komawa, durante el Pacto de Sangre no estuvo presente ya que ningún Clan acudió a ayudarles cuando fueron atacados por todos los frentes.

Vuelven sus gentes a poblar la Isla de las Lanzas tras la expulsión por Sir Baldrin de la Alianza durante la Guerra del Norte de los piratas. Sigurd tras la guerra se muda a la Fortaleza de Utgarde que es la nueva capital de los Clanes del Norte en Fiordo Aquilonal, tras la victoria sobre los Vrykuls. Espera el final de la contienda para volver a su hogar con los suyos y cuidar del Clan, la anciana Seid murió dejando un gran hueco espiritual en el Clan que se echa mucho en falta.

La población del Clan está rozando los límites de la extinción, casi todos los guerreros han muerto luchando en la segunda fase de la Guerra del Norte contra Trisha Lanzanegra en las Colinas Pardas, apenas quedan ancianos y unos pocos guerreros en su tierra natal dirigidos por Jofnag el Osado hasta la vuelta de su Jarl Sigurd Magnusson Nibeljorn o quién los Titanes designen, por ello este tras tantas derrotas y muertes, tras haber dirigido a los Clanes del Norte incluidos los tres principales a tantas batallas cederá el mando a la Jarl Brynhildr del Clan Ytridal para poder enviar a los pocos Nibeljorn que quedan de vuelta a casa, solo un puñado a modo de guardia personal se quedarán con él para hacer un último viaje.

Después de la victoria sobre Trisha Lanzanegra, Sigurd se sentia exultante, pero viendo como omitian los deseos de la Alianza por parte de los clanes del Norte sobre la forma de actuar, se sintio defraudado ante el orgullo de los suyos que hacía oidos sordos a las gentes del Sur. Ofrecio su hacha y sus guerreros para luchar por la Alianza como mercenarios pero esta temiendo un enfrentamiento con los otros Clanes se retiró a sus bases en el Norte, han descubierto de manos de la Alianza el arte de "fumar en pipa", algo que para el resto de clanes les hace parecerse más a los excéntricos Ravencroft .

Un drakkar ha llegado al Fiordo con diez hombres a bordo tras la Guerra del Norte, "Venganza de Othar", leales a Ereliria Othar del Clan Nibeljorn estos refuerzan a sus hermanos en Colinas Pardas durante su regreso al Cabo Pillastre, muchos de ellos están mudos de asombro al ver a tan pocos guerreros volver a casa sin descubrir entre ellos al Jarl del Clan, las runas anuncian tiempos oscuros mientras su Jarl no esté al frente de su gente.

Meses más tarde, mientras los clanes debatían bajo la atenta mirada de Erik Hardrada los posibles lugares a saquear en Colinas Pardas para recuperarse tras la Guerra del Norte y probar a los nuevos guerreros, Sigurd, hijo de Magnus, del Clan Nibeljorn apareción en Soronholm dejando sorprendidos a los guerreros mas viejos como silenciosos a los impetuosos jóvenes. Su hijo adoptivo, el Ulfhednar Ragnar Nibeljorn, había tomado las riendas del Clan pero tras la batalla que se libro en el último saqueo no quedo contento como se combatía ahora entre los hombres del Norte, debía volver a ser el Jarl del Clan Nibeljorn.

Nibelgaard a día de hoy junto con Komawa que ha accedido a estar bajo la mano de los Nibeljorn a cambio de protección, comercia con las tierras del Sur con productos como sus pesados barriles de pescado ahumado, cobalto y algunos minerales, pieles de colmipala y de otras bestias. Su Jarl viaja habitualmente a lugares como Ventormenta para aprender más de estas gentes y mantener firme el acuerdo con la Alianza de no agresión.

Apariencia[]

Tiene actualmente 54 años, un hombre con la cabeza rapada en memoria de los que murieron cuando la invasión de la Plaga y los piratas, lleva todo el cráneo surcado de tatuajes en honor a los Titanes o símbolos de todo tipo hechos por su Seid en sus últimos días, un rostro marcado por la fatiga pero con ojos brillantes de decisión. Ancho de hombros y fuerte, una barba poblada que no se molesta en trenzar o decorar del mismo color que la noche mas oscura. Le encanta escuchar y leer odas o historias de lejanos lugares, es devoto de los Titanes aunque la Guerra del Norte haya provocado en él crisis de personalidad como la aparición de la furia berserker, su último viaje le ha aportado una nueva visión de las cosas, sobre todo de los Titanes.

Carácter[]

Un berserker que jamás se rinde o da un paso atrás fue antaño, ahora es mas paciente y solo busca cuidar de su Clan y los clanes menores, riendiendo culto a los Titanes, sobre todo después de su paso por las cámaras de Ulduar. Es Jinete de Dracos, como todos los de su Clan.

Amante del pasado, de la literatura y del conocimiento sin llegar al punto de los Ravencroft.


Familiares[]

- Humano Magnus Nibeljorn: Padre (Fallecido)

- Humana Igritta Nibeljorn: Madre (Fallecida)

- Humano Ragnar Nibeljorn: Hijo adoptivo

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