 Kornok Puñotriunfo
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| Información del personaje | |
| Servidor | Los Errantes |
| Género | Masculino |
| Raza | Orco |
| Edad | 39 años |
| Alineamiento | Neutral |
| Lugar de nacimiento | Montañas Filospada |
| Residencia | Orgrimmar |
| Afiliación | La Horda |
| Estado | Fallecido |
Trasfondo[]
Kornok nació en las Montañas Filospada unos pocos años antes de que se abriese el Portal Oscuro y se iniciase la invasión de la Horda al reino de Ventormenta.
Durante su primera batalla durante la Segunda Guerra apenas con catorce años fue capturado por un soldado de la Alianza y llevado al campo de concentración de orcos en Durnholde. Cuando estalló la revolución de Thrall se unió a la Nueva Horda y ayudó a construir un nuevo hogar para su raza en Durotar.
A pesar de la nueva filosofía de la Horda, Kornok tenía ganas de revancha contra la Alianza, por lo que se alistó en las filas de los Grito de Guerra para luchar contra los elfos de la noche en Vallefresno. Allí permaneció tres años en los que combatió de forma honorable, aunque disgustado por el freno que la política pacifista de Thrall suponía.
Marcó un revulsivo en su vida la subida de Garrosh Gritoinfernal como Jefe de Guerra, por el cual peleó en la Guerra de Rasganorte en la Tundra Boreal y en las Colinas Pardas, donde por fin pudo dar rienda suelta a sus apetencias belicistas contra los soldados de la Alianza.
La victoria conseguida en la Guerra contra el Rey Exánime animó aún más a Kornok, que continuó alistándose para las campañas más peligrosas de Garrosh Gritoinfernal. Con verdadera pasión se entregó a las órdenes de su Jefe de Guerra, luchando de nuevo en Vallefresno, participando en uno de los ataques a Astranaar durante el Cataclismo. En este preciso año por su historial militar fue ascendido a Centurión, rango con el cual se le asignó tropas que condujo con éxito durante la gran ofensiva contra Theramore, en la que obtuvo un triunfo imporante en el Marjal Revolcafango, derrotando a una escuadra de caballería ventormentina.
Posteriormente, participó junto a su idolatrado Jefe de Guerra en la invasión a Pandaria en las Espesuras de Krasarang, en la que se destacó en un ataque individual nocturno al Desembarco del León, del que regresó con veinte cabezas humanas y diez enanas. Sin embargo, hay soldados que señalan que en tal asalto estuvo acompañado, pero mientras él vivió lo negó tozudamente, retando a duelo a quien dijese lo contrario.
De regreso en Orgrimmar se posicionó junto a Garrosh cuando estalló la rebelión de los Lanzanegra. Fue ascendido por sus servicios y lealtad a General y se le asignó una legión y dos unidades de zapadores goblin para que iniciase la invasión a Mulgore, con el objeto de evitar una posible llegada de refuerzos a los sublevados de Cerrotajo. Para tal fin Kornok se puso en marcha y atravesó los Baldíos del Norte arrasando con varias caravanas de la rebelión y dando muerte a todos aquellos enemigos de Gritoinfernal con los que se topaba.
Finalmente llegó a la frontera del territorio taurahe donde presentó batalla contra los defensores en el episodio conocido como la Defensa de la Gran Puerta de Mulgore. Pese a contar con excelentes recursos y medios fue derrotado, cayendo muerto en la lucha. Sin embargo, y aunque fuese un enemigo, los shu'halo reconocieron su honor y denuedo en el combate, por lo que lo enterraron con respeto en la parte oriental de la barrera, justo donde pereció al ser decapitado por la hoja del hacha de un tauren guerrero.
Carácter y apariencia[]
Mientras vivió fue un auténtico idólatra del honor y de la fuerza bruta. Siguió y obedeció a sus superiores en todo momento sin incumplir ni una sola orden y sin fracasar en todos los cometidos que le encomendaron menos en el último. Se volvió supremacista influenciado por la ideología de Garrosh durante guerra del Cataclismo, durante la cual se negó a tener en su batallón a soldados que no fueran orcos.
Físicamente era una máquina de matar. Pesaba más de ciento veinte kilos de puro músculo y pasaba el metro treinta de estatura. Llevaba el pelo negro recogido en un copete alto y la barba larga al estilo de las tribus guerreras de Draenor. Los ojos eran de un color rojo consecuencia de haber bebido la sangre de Mannoroth en su juventud. Gracias a su gran fortaleza podía esgrimir dos hachas de batalla a la vez; una por cada mano, una proeza al alcance de pocos guerreros como él.
Ocupación[]
General de los Kor'kron en Los Baldíos del Sur.