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Enthelion Cumbre Umbría
Imagen de Enthelion Cumbre Umbría
Información del personaje
Servidor Los Errantes
Apodo El Cuervo de Lordaeron
Título Sir
Género Masculino
Raza Humano
Edad Ronda la treintena
Alineamiento Neutral
Ocupación Mano de Lord Adkins Landcaster
Lugar de nacimiento Ciudad Capital, Lordaeron
Residencia Burgo de Poniente
Estado Vivo

Historia

Enthelion nació en Ciudad Capital, la actual Entrañas.

Este lordanés, de familia más que acomodada, se crió hasta cierta edad con relativos lujos.

Su madre, ferviente creyente de la Luz Sagrada, tenía un trabajo monótono aunque bien pagado. Era una de las administradoras de la Corte; todo de cuanto tenía que ocuparse se resumía en el papeleo burocrático y la cría de su único hijo.

En cambio, el padre de Enthelion fue en sus días un espléndido guerrero, llegando a ocupar uno de los puestos de defensor del Trono en Ciudad Capital. Su escasa capacidad para mantener la boca cerrada en los peores momentos, sumada a unos idealismos baratos más propios de jóvenes revolucionarios que de hombres de prestigio, le llevaron a "ser invitado a marcharse". Fue expulsado de la defensa del Trono y destinado a cuidar de la almenara más importante de Lordaeron, sometido desde entonces a una vida aburrida y carente de sentido para un hombre como él.

Pero quién lo iba a decir, fue este hecho el que salvó al antaño joven Enthelion de ser asesinado durante la caída de Lordaeron. Su padre abandonó la almenara en pos de defender la ciudad; el muchacho, su madre y el servicio intentaron huir hacia el bosque. Ninguno sobrevivió. Ninguno, salvo aquél que es obvio.

Nadie sabe cómo el muchacho consiguió salir vivo ese día, cómo logró escabullirse de todo aquello. Quizá parte de la culpa la tuviese el entrenamiento al que le sometió su padre desde que ni siquiera era capaz de sujetar un arma, quizá fuese el hecho de anteponer la lógica paterna a la ciega fe materna, o quizá tan sólo suerte a raudales y una consecución de actos fortuitos que le llevaron a permanecer con vida, lejos de todo pronóstico.

Pasaban los años, nadie conocía su historia y todos le tachaban de ser un tipo raro, misterioso y, cómo no, peligroso; los típicos prejuicios humanos. Aunque quizá no se equivocasen demasiado, ¿cómo un chico tan joven podía sobrevivir solo? Tan sólo pasaba contadas veces al año por Costasur y algunas aldeas próximas, todas en el norte. Llegaba, se daba un baño, lavaba sus trastos, robaba algo de munición y tabaco si se daba la oportunidad, y dormía una noche en cama mullida para desaparecer durante otro buen puñado de meses.

Los posaderos aseguraban que era un contrabandista, las mujeres un asesino: "se le ve en los ojos", decían. Los granjeros, ignorantes y fantasiosos, repetían tonterías varias, diciendo que era como en aquellas historias de Lordaeron, un ser de que recorre los caminos con el único objetivo de librarlos de la oscuridad. Los ancianos, en cambio, guardaban silencio. Y, cuando algún niño les preguntaba, sólo decían con una sonrisa algo retorcida: "un hombre sin suerte, un desgraciado con poca fortuna, nada más que eso".

Desapareció unos años, bastantes años. Nadie supo de él, ni siquiera este humilde narrador, tras los cuales apareció en la Ciudad de Ventormenta para ingresar en una de las unidades del Ejército, "Espadas". Transcurrieron varios meses de entrenamiento en Theramore, abandonando el cuerpo tiempo después. Toda su vida está marcada por desapariciones, reencuentros con conocidos y más desapariciones. Nunca está demasiado tiempo en un sitio y pocos conocen su paradero el resto del tiempo; simplemente, no está.

Tras todo esto viene su etapa más "conocida". Hace un lustro aproximadamente ingresó en la Casa Landcaster como un mero soldado, un soldado que comenzó a ascender hasta situarse como la mano derecha de Lord Adkins Landcaster gracias a sus particulares habilidades, siendo nombrado Sir.

El entonces Barón de Villa del Lago sacó partido del lordanés a cambio de un más que buen sueldo, el cual solucionaba aspectos espinosos con cierto... tacto. Su principal arma era -y es hoy en día- su capacidad para discurrir, su cautela y su sentido común. Todo esto, combinado con una mente despierta y vivaz, contribuyó a hacerle capaz de ganarse la confianza de los enemigos de Lord Adkins Landcaster, a fin de eliminarlos más fácilmente o manejarlos a su antojo. Se ha de destacar también la imposibilidad de hacerle abandonar sus propias ideas; incorruptible en cuanto a sí mismo, a sus preceptos (no por ello ha de presuponerse que éstos sean honorables).

Es por todos sabido que la Casa Landcaster desapareció de una forma no demasiado común, más bien bastante extraña y envuelta en múltiples polémicas e ilegalidades. Enthelion hizo lo propio y se largó sin dejar rastro, pero dos años después volvió a situarse al lado de su Señor cuando la Casa Landcaster se recompuso y se asentó en el Condado de Montenor. Aún así, muchos afirman que jamás llegó a separarse del hoy Conde de Montenor.

(( A continuación señalo unos hechos que, al haber acaecido en eventos públicos del servidor, sí que pueden ser conocidos por todos: ))

  • Muchos le conocen por ser la imagen de la Casa Landcaster tras el Barón Adkins Landcaster, prácticamente inseparables. Se estima que Enthelion es conocedor de los trapos sucios del otrora Barón de Villa del Lago, así como el principal artífice de la muerte de algunos de los enemigos de la familia Landcaster, entre los que figuraban delincuentes de renombre.
  • Cabe mencionar que Enthelion Cumbre Umbría formó parte de las fuerzas de la Alianza como soldado externo y voluntario en las contiendas de Costasur, Arathi, Vallefresno y Loch Modan.
  • También ha participado en cinco torneos multitudinarios, tres de ellos en Villa del Lago y dos en el antiguo pueblo de Costasur; saliendo como campeón de tres de éstos (dos en Villa del Lago y uno en Costasur).

(( Nota. Se dejan los aspectos más reservados del personaje sin mencionar, a fin de evitar el metarrol en la medida de lo posible. ))

Actualmente

Actualmente sigue trabajando para la Casa Landcaster, como Mano de Lord Adkins Landcaster. Se sabe que éste le ha nombrado Lord, haciéndole Señor de unas tierras del Condado de Montenor. Concretamente, del Claro de Suldabad. Se sabe también que ha contraído matrimonio con la señorita Vera Drake, ahora Señora de Suldabad.

Descripción física

De este lordanés llama la atención, en primer lugar, su mirada, despierta e inquisitiva. La clava allá donde crea que hay algo de su interés, siendo molestada en ocasiones por algún mechón de pelo pajizo que no tarda en ser apartado. De tez un tanto pálida y facciones no demasiado duras , muestra cierta belleza que ya comienza, poco a poco, a ser madura.

Porta una barba de varios días, descuidada, al igual que su cabello y atavíos. Éstos constan, en la mayoría de los casos, de ropas cómodas y abrigadas. El cuero y la tela, ambos de colores oscuros, predominan en su ropero (si es que tiene alguno, lo cual realmente no le pega demasiado). Suele portar capucha y capa, también oscuras. Ésta última parece disfrutar de ondear de aquí para allá, pues a la más mínima brisa comienza a levantarse del suelo con gracilidad, sin hacer ruido alguno. Sus botas rebosan barro y están desgastadas, aunque aún en buen estado.

Esto último no quiere decir que siempre vista así, ni mucho menos. Si bien tal y como he descrito anteriormente es como más cómodo se siente, sus quehaceres le mantienen, en multitud de ocasiones, en poblaciones y ciudades, tanto en los bajos fondos como en la mismísima Corte. Cuando este último es el caso, hace gala de unas maneras que, si bien no le son naturales, cualquiera saldría convencido de lo contrario.

Más alto que bajo, y de corpulencia notable -aunque no exagerada- este lordanés suele imponer a los más acobardados. La vivaz mirada e irónica sonrisa -siniestra en ocasiones- que suele portar no ayudan a que esto cambie. Si bien este halo amenazador se ve disminuido cuando va vestido con galas de palacio, no hace más que aumentar con las vestimentas que le son naturales o, aún más, con la armadura que utiliza en el contexto de su cargo como Mano del Conde de Montenor y de la Casa Landcaster.

Colgadas al cinto de cuero reposan dos dagas, siempre enfundadas. No las lleva escondidas, pero en según qué ocasiones pueden incluso no verse debido a la capa. Descuida su aspecto en pos de buscar una mayor comodidad, lo cual se puede apreciar fácilmente en los múltiples remiendos de su pechera, así como en algunas bolsitas cosidas a la altura del muslo e, incluso, en ocasiones, alguna que otra hierba atada directamente al cinturón. En la parte trasera de éste -y, esta vez sí, oculta completamente por la capa- reposa "Matabandidos", una pistola con llave de chispa que siempre porta consigo. Tampoco se olvida nunca de esconder un pequeño puñal en su bota derecha.

Está claro que, este lordanés, opta por renunciar a la pulcritud y a la elegancia en sus vestimentas a cambio de ganar comodidad y un par de recursos adicionales a la hora de medir sus fuerzas.

(( Haz clic aquí para ver una foto orientativa. ))

Carácter / Descripción psicológica

Hombre de pocas palabras, más bien ninguna.

En las tabernas que frecuenta -muy de vez en cuando- es tratado con un respeto más propio de la cautela que del verdadero respeto, al menos hasta antes de ser conocido como Sir de la Casa Landcaster.

Sir o no, su comportamiento no ha variado, salvo alguna formalidad con conocidos o nobles de baja alcurnia: entra en la taberna, normalmente consiguiendo que nadie repare en él, se sienta en la mesa más discreta y enciende una pipa de tabaco, observando el bullicio general.

Hay quien dice que nunca está ahí por casualidad, que nunca te saluda por capricho del azar. Incluso que nunca le ves si no quiere que le veas. Rumores como éstos partieron ya desde antes de darse a conocer, pero se acentuaron tras su paso por la Casa Landcaster y su sospechosamente rápido ascenso en ésta; sobre todo cuando se le toma como principal artífice en la desmantelación de considerables conspiraciones en contra de la casa nobiliaria y/o de su líder, Lord Adkins Landcaster.

En conclusión, poca gente le conoce. Los rumores son los rumores, es un tipo extraño, reservado y que, según la mayoría, tiene mucho que ocultar. Los rumores tienen siempre algo de cierto... o quizá sean fruto de aquellos más fantasiosos, ¿quién sabe?

Tema del personaje

Como tema del personaje añado el himno de Casa Umbría, ente nobiliario presidido por el lordanés que nos ocupa desde su boda con la señorita Vera Drake.

Himno_de_Casa_Umbría

Himno de Casa Umbría

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