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Horda
Luziperka
Imagen de Luziperka
Información del personaje
Servidor Los Errantes
Título Gran Boticario
Género Masculino
Raza Renegado
Edad 32
Clase Nigromante
Alineamiento Legal neutral
Ocupación Gran Boticario
Residencia Entrañas
Afiliación La Horda, los Renegados, Gremio de las Sombras
Estado Vivo

Trasfondo[]

Un año antes de la Tercera Guerra[]

Capítulo 1: La Elección del Kirin Tor[]

<<Luziperka por fin había sido aceptado por el Kirin Tor para poder formar parte del grupo de estudiantes>>

Él había trabajado toda su vida en la modesta y humilde 'granja' familiar... (No sé si se podría llamar granja a una pequeña plantación de calabazas y diversas hortalizas, fruto de un puñado de semillas varias que habían encontrado por ahí.) El campo era muy esclavo, y requería estar prácticamente todo el día trabajando en el con tal de poder mal subsistir todo el mes.

Aun con estás, siempre conseguía un pequeño momento al día para dedicarlo al estudio de la magia; soñando con poder llegar a ser algún día un gran archimago...

Siempre que podía (y se lo permitían sus pocos ahorros) mandaba una carta al Kirin Tor; casi suplicándoles que le aceptasen como estudiante. Aunque estos nunca le contestaron; quizás por el hecho de que no era más que un pobre granjero, por lo que dudaban de su supuesto manejo de la magia.

Fue entonces cuando, para sorpresa de toda su familia, el jefe de correos se paró por primera vez delante de la granja de su familia…

--Será una carta de deshaucio, nos quitan la granja por impago –Pensó Luziperka—O quizás sea… bah, cómo va el Kirin Tor a mandarme una carta? Eso sería imposible… --Luziperka se volvió y se encerró en su cuarto, sin querer saber nada de lo que decía la carta.

--Es del Kirin Tor, es el Kirin Tor!! –Gritaba su hermana mientras iba corriendo hasta la habitación de Luziperka, abriendo la puerta con una velocidad asombrosa – Es del Kirin Tor! – Volvió a repetir su hermana, con una expresión de euforia y felicidad en su cara que nunca antes el había visto.


Capítulo 2: Prohibiciones y malestar[]

*El primer día de clase* Luziperka se había quedado asombrado con la gran cantidad de normas y prohibiciones que les habían impuesto el Kirin Tor. A su parecer, la mayoría absurdas e infundadas por miedos antiguos.

Luziperka pensó que solo eran medidas preventivas para los nuevos estudiantes, y que con el paso del tiempo, ya les dejarían hacer lo que quisiesen.

* Cuan equivocado estaba; pasaron varios meses y todo seguía igual… por lo que no se pudo resistir en expresar su descontento con el resto de sus compañeros.

Sus quejas llegaron a oídos de un tal Kel’Nammoth. Un mago mayor que él, el cual llevaba varios años al mando del Kirin Tor.

Kel’Nammoth invitó a Luziperka a una especie de reunión secreta, para debatir sobre las prohibiciones del Kirin Tor y evaluar las posibles soluciones.

La reunión era liderada por un tal Kel’Thuzad, un poderoso mago que según contaban las malas lenguas, practicaba magia oscura y  prohibida en secreto.

Kel’Thuzad les habló sobre un tipo de magia que Luziperka nunca había oído hablar… Se trataba de la nigromancia.

Capítulo 3: Camino a la perdición[]

Kel’Thuzad les contó maravillas sobre la nigromancia, de la importancia de controlar la vida y la muerte, con el fin de usarla contra nuestros enemigos.

También les habló de la opinión del Kirin Tor sobre el uso de la nigromancia y de los peligros que corrían si les descubrían practicando esta magia; como la expulsión de Dalaran o incluso el destierro de Lordaeron.

Pese a esta advertencia, Kel’Thuzad prosiguió su discurso y les  instó en utilizarla, prometiéndoles conocimiento y poder, mucho más que el de cualquier otro mago normal.

Luziperka estuvo semanas pensándose la oferta. Por un lado estaba deseoso de practicar la nigromancia pero por otro lado le aterraba la idea de ser expulsado del Kirin Tor.

Fue entonces cuando Kel’Nammoth visitó a Luziperka en su habitación, y le habló de una sociedad secreta que habían creado fuera del Kirin Tor; un lugar al norte de Lordaeron donde poder estudiar y practicar la nigromancia lejos de la mirada del Kirin Tor. Por lo que si era descubierto practicando la nigromancia en Dalaran, siempre podría ir a ese lugar a seguir sus estudios.

Esto convenció a Luziperka y decidió aceptar la oferta de Kel’Thuzad.

Capítulo 4: Un nuevo comienzo[]

Luziperka y el resto de la organización secreta, trabajaron durante meses en Dalaran hasta ser descubiertos.

Antonidas los expulsó de malas maneras a todos de Dalaran para siempre; creándoles a la organización a la vez un sentimiento de odio y recelo que alimentaria un odio hacia Dalaran y todo Lordaeron en general.

La organización se desplazó hacia el norte y se asentaron en unos almacenes aparentemente abandonados, que previamente Kel’Thuzad habia preparado para su llegada.

Kel’Thuzad les recibió calurosamente y les dejó unas pautas que debían seguir en todo momento; ya que este iba a realizar un largo viaje hacia Rasganorte y estaría fuera un par de meses.

Luziperka no estaba del todo solo, con el tiempo, había desarrollado una estrecha amistad con Kel’Nammoth, convirtiéndose este en su confidente y mayor apoyo.

Capítulo 5: El Culto de los Malditos[]

Pasaron dos meses y Luziperka y el resto de la organización habían avanzado muchísimo en sus investigaciones; consiguiendo incluso revivir animales y que estos durasen un par de horas ‘vivos’.

Fue entonces cuando llego Kel’Thuzad, con un aspecto muy demacrado y un semblante totalmente distinto.

Este les habló de todo lo que habia vivido en su largo viaje hacia Rasganorte y del mensaje que le había dado el Rey Exánime.

--La hora del Azote ha llegado, hermanos  --Comenzaba el discurso de Kel’Thuzad—El Rey Exánime me ha ordenado crear una gran organización para ejecutar su plan. Mediante la ilusión, la persuasión, la enfermedad y la fuerza, estableceremos su dominio en Azeroth.

Seremos conocidos como El Culto de los Malditos.

Capítulo 6: La gran decisión[]

Su mensaje preocupó a Luziperka. Pasarían de convertirse en unos simples parias que trastean con la nigromancia, a unos traidores de la humanidad.

Aunque tampoco tenía muchas opciones… A Dalaran no podía volver y en el resto del reino era mirado con desprecio y miedo, incluso había sido repudiado por su propia familia.

Kel’Nammoth le preguntó sobre sus planes a Luziperka –Aquí no hay opción posible, amigo—Le contestó. –Elegí mi destino al venir aquí y ya no hay marcha atrás. –Me uniré al Culto y seguiré a Kel’Thuzad hasta que la muerte me lleve con ella.

Capítulo 7: Mi vida por Ner'zhul[]

Con el tiempo, Kel’Thuzad fue asesinado y alzado posteriormente como Exánime, el Culto creció vertiginosamente y la Plaga conquistó todo el norte de Lordaeron.

Los miembros más antiguos, poderosos y devotos del culto, como Kel’Nammoth, fueron alzados como exánimes, para dirigir el Culto y guiar a la Plaga hacia la victoria.

Sin dudas un gran honor el ser escogido como exánime.

Luziperka felicitó personalmente a su gran amigo Kel’Nammoth. –Tú también podrías convertirse en exánime si te lo propusieses. –Le comentó Kel’Nammoth.

 –Luziperka se quedó mirando hacia el horizonte pensativo—Heigan el impuro—Exclamó Kel’Nammoth—Luziperka salió de su trance con un sobresalto—Un miembro del Culto. Ha creado una especie de plaga extraña que parece ser que erradica toda vida que la rodea. Tiene pensado crear unos calderos donde depositar y distribuir su plaga por todo Azeroth… Quizás podría interesarte.

Luziperka se reunió con Heigan, que le invitó a unirse a su clase junto a otros miembros del Culto.

Heigan les explicó el funcionamiento básico de la nueva peste y de sus horribles resultados frente a la flora y fauna locales. Una forma rápida y sencilla de expandir la Plaga.

Luziperka se interesó muchísimo por esta especie de alquimia de la plaga y decidió dejar un poco de lado la nigromancia para centrarse más en el perfeccionamiento de la peste.

Capítulo 8: Las Tierras de la Peste[]

Con el tiempo, Luziperka se convertiría en un alquimista destacado de la Plaga, perfeccionando la peste y proporcionando nuevas cepas y enfermedades para la causa.

Todas las tierras del norte de Lordaeron habían sucumbido ante la plaga, renombrándolas a su vez como ‘Las tierras de la Peste’.

Luziperka se sentía orgulloso al ver las nuevas tierras de la peste. Pensaba que todo el mérito de esta rápida expansión era gracias a la peste que él y los demás alquimistas habían desarrollado.

Capítulo 9: Noticias del frente[]

—Luziperka se dirigió preocupado a Kel’Nammoth—He oído rumores de que un grupo considerable de humanos está peleando en las Tierras de la Peste del Oeste y que ya han conseguido expulsar a la Plaga de nuestros territorios más al sud.

—Así es – contestó Kel’Nammoth – Sus ataques son incansables… los pobres desgraciados piensan que tienen una posibilidad contra nosotros.

—No se… --contestó Luziperka—He oído que asaltaron Andorhal y consiguieron expulsar a la plaga de la ciudad, matando durante el proceso a un poderoso señor exánime… Araj el invocador.

—Araj, convencido de que nadie podría vencerle, no se molestó en esconder su filacteria; y los humanos se la llevaron consigo.

—¿Y tú dónde tienes guardada tu filacteria, Kel’Nammoth? –Preguntó Luziperka-- ¿Mi filacteria? ¿Para qué quieres saber eso? No la tengo guardada en ningún sitio. ¿Qué mejor seguridad que llevarla siempre junto a mí? –contesto Kel’Nammoth—

—No me fio… ¿y que pasa si los humanos siguen avanzando y consiguen matarte? ¡También destruirían tu filacteria, y a ti junto a ella! – Contestó Luziperka—

—Eso nunca pasará, créeme, estamos en Naxxramas; la necrópolis más poderosa e importante de la plaga. Observa cómo se alza orgullosa sobre las tierras de la peste y como impone respeto y temor a esos estúpidos humanos. Si osasen poner un pie aquí, estarían condenados.

—Sus palabras no parecían convencer del todo a Luziperka; que le insistió en considerar su posición de no esconder su filacteria—

—Está bién—Le contestó Kel’Nammoth—Si te quedas más tranquilo, te daré mi filacteria y tu te encargarás de esconderla por mí—

Capítulo 10: La Caída de Naxxramas[]

Los temores de Luziperka se habían cumplido. Los humanos habían conseguido establecer su posición en varios puntos de las tierras de la peste, llevándose consigo innumerables victorias contra la plaga.

Scholomance y Stratholme habían caído. El único punto de resistencia que quedaba de la plaga era la mismísima Naxxramas.

El mismo día que cayó Stratholme, Kel’Thuzad reunió a las fuerzas restantes de la plaga en Naxxramas; para lo que parecía ser un discurso motivacional de despedida.

--Según me han informado mis espías en la Capilla de la esperanza de la luz, el Alba argenta se prepara para su ataque final contra Naxxramas. Su ejército es enorme y cada día que pasa llegan más para combatir contra nosotros. – La voz seria y concisa de Kel’Thuzad retumbaba por toda Naxxramas—

--Deduzco que el ataque será dentro de tres o cuatro días y será la batalla de mayor dimensión y más decisiva que la plaga se ha enfrentado jamás. No permitiremos que Naxxramas caiga, le mostraremos a esos humanos que la voluntad del Rey Exánime se cumplirá!

-- Kel’Nammoth se dirigió a Luziperka— Deberias irte… si te quedas aquí, lo único que encontrarás será muerte. ¡Huye al sud, o incluso a Kalimdor y empieza una nueva vida!

No –contestó rotundamente Luziperka—Juré seguir y ser fiel al Rey Exánime hasta mi muerte, y así pienso hacerlo. Me quedaré aquí y me enfrentaré a esos humanos, les haré tragarse mi peste y les arrojaré hasta mi última poción venenosa. Y si aun así muero, lo haré con una mueca de felicidad en la cara.

*El Alba argenta había conseguido infiltrarse en Naxxramas, y con gran éxito iban derrotanto arrabal por arrabal hasta terminar con todos los tenientes e incluso derrotando a Kel’Thuzad.

Pese a que lucharon con una ferocidad extrema, aquel dia Luziperka y Kel’Nammoth también cayeron en combate*

Capítulo 11: Un nuevo despertar[]

*Todo eran sombras y oscuridad, pero de repente, Luziperka despertó*

Estaba en Naxxramas, pero ya no era un humano…ni siquiera estaba vivo, era un no-muerto más.

Luziperka estaba rodeado de un montón de cadáveres y de otros cultistas que habían corrido la misma suerte que él. También vio a varios nigromantes que iban trayendo de entre los muertos a todos los demás fallecidos.

Luziperka marchó lentamente hacia la salida de la necropolis, aun con sus ropajes reglamentarios de pesteador hechos trizas.

Al salir no vio nada más que un páramo helado… Estaba en Rasganorte.

Desubicado y confuso, solo quería marcharse de aquel lugar así que conjuró un portal de regreso a las Tierras de la Peste.

Pero no vio más que ruinas y nula o muy poca actividad de la plaga. Así que siguió caminando hacia el sud, sin descanso y escondiéndose de todo el mundo, incluso de la plaga.

Luziperka llegó hasta las antiguas ruinas de Lordaeron, donde pudo ver a otros no-muertos como él, que entraban y salían de las ruinas como si de su hogar se tratase.

Intrigado, decidió adentrarse en las ruinas.

Capítulo 12: La Sociedad Real de Boticarios[]

Luziperka se adentró en las ruinas, donde encontró un elevador que lo llevaría hasta una ciudad subterránea secreta.

Los no-muertos de aquel lugar parecían no inmutarse de su presencia, como si ni siquiera sospechasen de que era un miembro de la plaga (cosa que él tampoco creyó oportuna contarla)

Siguió explorando la ciudad, y se dio cuenta de que aquel lugar era como Naxxramas. La ciudad estaba dividida en cuatro arrabales distintos según su especialidad y lo mejor de todo, llena de ríos con fluidos verdes.

Luziperka se paró en el Arrabal, que según indicaba el cartel, era ‘el Apothecarium’. Se adentró en él y vio a un montón de boticarios; se acercó a ellos y le preguntaron qué era lo que estaban haciendo.

Estos le contestaron que estaban creando una nueva plaga capaz de destruir al propio Rey Exánime.

Luziperka les preguntó porque querían destruir al Rey Exánime, a lo que le contestaron: ‘Por venganza. Él nos arrebató nuestras tierras y a nuestros seres queridos y nos convirtió en asquerosos no-muertos’

*Estuvieron conversando durante horas, sobre los renegados, la nueva peste y sobre Sylvanas*

Luziperka estaba convencido. Sin ningún lugar al que ir, decidió quedarse en Entrañas y unirse a la Sociedad Real de Boticarios (aunque secretamente, no con la intención de destruir al Rey exánime, si no, simplemente por el hecho de aprender de los renegados y descubrir nuevas pestes)


Capítulo 13: El Gran Boticario Putress[]

Con el tiempo, Luziperka se convirtió en un importante boticario para los renegados y uno de los más prometedores y eficientes aprendices del Gran boticario Putress.

Luziperka no dudó ni un segundo en acompañar a su gran y respetado lider a Rasganorte cuando este se lo propuso; junto a otros aprendices y boticarios varios...

Pocos dias pasaron para que Putress les contase sus verdaderas intenciones en aquel helado continente...

Como era de esperar; Luziperka obedeció sin miramientos a su maestro; ayudando a preparar el ataque a la Puerta de Cólera; para luego asaltar Entrañas.

Cuando los héroes de la Alianza y la Horda asaltaron Entrañas y mataron a Putress; Luziperka que se encontraba defendiendo uno de los arrabales que aun seguian al mando de los Boticarios 'traidores' no tubo más remedio que huír de la ciudad para no enfrentarse a su muerte segura.

Tras unas semanas de la Batalla por Entrañas, Luziperka y otros de los boticarios de Putress que huyeron de la ciudad regresaron y se presentaron en el Apothecarium, pidiendo poder volver a la Sociedad Real de Boticarios.

Pese a que muchos les disgustaba esa idea y temian por su seguridad y la de la Real Sociedad; terminaron aceptando a los boticarios siempre que estos estubiesen dispuestos a ofrecer los conocimientos que habian aprendido de Putress; ya que al final de todo, Putress solo hizo lo que hizo por y para el bién de la alquimia.

Ahora Luziperka a vuelto a Entrañas, donde sigue perfeccionando sus toxinas y creando nuevas cepas; dispuesto a usarlas contra cualquiera que se atreva a interrumpir su labor o sea una amenaza para el o los suyos...Y todo esto sin dejar de lado su faceta como nigromante.

Capítulo 14: El regreso de Kel'Nammoth[]

*Luziperka no se había olvidado de su gran amigo Kel’Nammoth ni de donde guardó su filacteria*

Habian pasado muchos años desde que Kel’Nammoth murió; pero Luziperka aún no se había atrevido a intentar siquiera el traerlo de vuelta.

Ya que aunque era bueno en la nigromancia, tampoco era lo suficientemente poderoso como para traer de vuelta a un exánime… Sobretodo temía que durante el proceso algo pudiese salir mal y perder el alma de Kel’Nammoth para siempre.

No fue hasta hace poco, que Luziperka se armó de valor y se fue en busca de la filacteria.

La encontró. Seguía en el mismo lugar donde la había guardado. Un poco desgastada y hecha polvo por las inclemencias del tiempo, pero aun funcional.

Luziperka preparó el ritual hasta el más mínimo detalle para que nada pudiese salir mal.

Momentos antes de comenzar el ritual, Luziperka se puso a beber una serie de pociones y elixires que había preparado con antelación, para aumentar sus capacidades para el ritual.

El ritual duró horas y desgastó enormemente a Luziperka hasta llevarlo al borde de la muerte… Pero lo consiguió… Kel’Nammoth había regresado.

--¡Estoy vivo…! ¿Luziperka, eres tú? –preguntó Kel’Nammoth—

--Si viejo amigo, soy yo –contestó Luziperka aparentemente agotado—

--Estás muerto… --Contestó con una voz apagada y triste Kel’Nammoth— Cuanta razón tenias… debí haberte echo caso.

*Luziperka y Kel’Nammoth estuvieron hablando durante horas sobre todo lo sucedido durante su ausencia y sobre su futuro*

Luziperka le instó a Kel’Nammoth a aliarse con los renegados o en su defecto, con la Espada de Ébano. Las dos únicas organizaciones donde un exánime podría unirse.

Pero a Kel’Nammoth no parecía entusiasmarle la idea de servir a aquellos con los que había luchado y muerto en el pasado.

No viejo amigo –dijo Kel’Nammoth—Prefiero seguir mi camino yo solo… pero si en algún momento necesitas de mis poderes, para lo que sea, que sepas que siempre estaré contigo.

Apariencia[]

Un no-muerto de aspecto siniestro y piel verdosa debido a la exposición constante al añublo. Siempre lleva el rostro tapado pero hay gente que afirma que su rostro esta poco castigado por la podredumbre y su pelo es verdoso y de punta; aun lleva puesto el traje de pesteador de Naxxramas.

Por los bolsillos de su toga asoman viales de distintas formas y colores.

Desprende una leve nube de añublo...

Conocidos[]

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Calamidad



Fotos[]

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