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Horda
Máhal
Imagen de Máhal
Información del personaje
Servidor Los Errantes
Género Femenino
Raza Trol
Edad 23 años
Clase Clamamareas/Sacerdotisa de Shadra
Alineamiento Neutral
Ocupación Jin y sanadora
Lugar de nacimiento Utha'Jin
Residencia Poblado Sañadiente
Afiliación Trol Kalar, la Horda
Estado Viva

Trasfondo[]

Nacida en el seno de la familia del Jin de la tribu Lanzaverde, desde muy pronto la pequeña Ki'Da dió muestras de poseer un gran talento a la hora de dominar los espíritus que poblaban las pantanosas tierras de la isla Lanzaverde y de una gran ambición. Como hija del líder de la tribu, y de la curandera de los Lanzaverde, a la edad de apenas diez años ya conocía más de un centenar de remedios curativos y las hierbas de toda la jungla y bajo la tutela de su abuela U'sha comenzó a aprender la historia de los Gurubashi y los Lanzaverdes, con la idea de convertirse en su mayoría de edad en la Custodia de la Memoria de la tribu, la encargada de memorizar todas las gestas y genealogías de su tribu.

A la edad de quince años tuvo su primer contacto con los Loas. Un sueño la llevó a ausentarse unos días de la aldea buscando un ancestral templo ganado por la jungla. Allí meditó durante una noche entera hasta que tuvo una visión donde una serpiente le advertía de que debía volver a su poblado. Al despertar volvió con urgencia hacia su poblado, donde descubrió que una partida de caza Gurubashi había arrasado la aldea y matado o capturado a sus habitantes. Desesperada siguió las huellas de la partida sin atraverse a atacar a los guerreros gurubashis hasta la ciudad sagrada de Zul'Gurub. Allí, horrorizada contempló camuflada entre la multitud de devotos como su tribu entera era sacrificada en honor al Loa Caído Hakkar.

La visión de los corazones de sus familiares siendo arrancados de los cuerpos vivos y ofrecidos al Loa por los Atal'ai endureció su corazón. Desapareció de Zul'Gurub y vagó sin rumbo durante meses por la jungla en estado semi-salvaje, hasta que fue capturada por los goblins del cártel bonvapor, quienes la enviaron a trinquete para combatir en las arenas piratas de las costas de los Baldíos. Por suerte una tormenta hizo naufragar el barco en las costas de Durotar. Perdida y sin objetivo vagó durante semanas hasta llegar al valle de los retos, donde fue reclutada por los oficiales orcos que no percibieron diferencia alguna entre la Gurubashi y los Lanzanegra. Pocos días después conoció a su maestro, el chamán trol Zerthran quien la inició formalmente en los caminos del chamanismo y le enseñó a amar con devoción a la Horda que la había acogido sin hacer preguntas.

Durante meses entrenó duramente en los territorios de la Horda, explotando su especial vinculo con los elementos de Fuego, aunque para disgusto de su maestro no veía a estos como sus iguales, si no que desarrolló una relación de dominación sobre los elementos que le permitían desplegar una fuerza más letal pero imprevisible que sus compañeros del círculo de la tierra. Mientras viajaba por los pueblos de Durotar y los Baldíos su compromiso con la Horda aumentó, así como su lealtad ciega a Thrall y Vol'jin. Por eso, cuando tuvo noticias de que la unión con la Horda peligraba en los reinos de los renegados y los Sin'dorei pidió permiso a su maestro para embarcar a los Reinos del Este para fomentar la adhesión a la Horda.

Una vez en Lordaeron contempló horrorizada como la inmensa mayoría de los renegados y Sin'dorei contemplaban con indiferencia, si no hostilidad a la Horda y durante meses se dedicó a hacer propaganda de est, hecho que le valió no pocos enfrentamientos con los responsables de Rémol y Entrañas.

Tras una serie de refriegas y peleas, fue juzgada ante un tribunal mixto Sin'Dorei y Renegado presidido por la Veladora de Lunargenta y la de Entrañas, acusada de espionaje y encerrada en las cárceles de Lunargenta. Sin embargo su maestro, una vez enterado del suceso, junto con varios orcos liderados por Bordruk irrumpieron en la cárcel liberando a la joven Trol que esperaba una ejecución silenciosa.

Tras este suceso, llevada por la venganza se dedicó durante unos meses a dar rienda suelta a su sed de sangre acompañada por un joven guerrero tauren, cazando en los callejones de Lunargenta, de noche a jóvenes Sin'dorei y mutilándolos como trofeo.

Una vez acumulados una veintena de trofeos y ofrecidos de forma ritual a las ruinas de los templos Amani que aún poblaban Quel'Thalas, se unió a Sangre de la Horda, donde continuó su servicio a la causa de la Horda. Con la guerra de Rasganorte, su dedicación se vió puesta a prueba al constatar que la Horda usaba cada vez más a los trols como una mera herramienta, ajenos a sus problemas. El saqueo de Zul'Gurub, Zul'Aman y Zul'Drak la hicieron concienciarse cada vez más de la posibilidad de la extinción de su raza y su cultura. Sus expediciones a las ruinas trols y el ser testigo del saqueo de las obras ancestrales de los trols la llevaron, junto con un grupo de trols que compartían su creencia a fundar una tribu que lucharía por la unión de todos los trols en igualdad de condiciones para crear un imperio trol en una tierra trol, ajenos a las luchas entre la Horda y la Alianza. Así, se convirtió en la 'Jinn de Trol Kalar y como tal comenzó su lucha para unificar a las diversas tribus trols en una sola y el afán de recuperar todo el conocimiento ancestral perdido por los trols para remediar los milenios de decadencia y pobreza de su raza.

Apariencia[]

Máhal

La Oráculo de Shadra

Es una trol alta y fibrosa, atractiva para los cánones trols y con un destacado pelo rojo adornado con multitud de cuentas de cristal y cerámica, así como figurillas de Shadra. Posee un saludable tono azul de piel, suave por el uso de diversos mejunjes de la jungla y unos pequeños colmillos que le dan un aire de fiereza.

Su rostro es ovalado y posee varias cicatrices, y sus ojos son dorados con motas oscuras, destellando con inteligencia y determinación. Su voz es rasposa, pero cargada de autoridad y multitud de tatuajes recorren su cuerpo con motivos tribales y (Ocultos) tatuajes de la Horda cuando todavía pertenecía a ella. En orejas y muñecas lleva numerosas cuentas y pequeñas reliquias encontradas en sus viajes a las antiguas ciudades de su raza y cuando entra en comunión con los Loas tiende a pintarse los brazos de verde y la cara de blanco.

Según el momento, y la época lleva diversos atuendos. En Tuercespina suele llevar un sencillo atuendo de sacerdotisa lleno de ofrendas votivas y pequeños amuletos, mientras que durante el combate suele llevar una ancestral armadura Zandalari del Primer Imperio que encontró en Pandaria y que portó un poderoso Médico Brujo en su día en la corte del Emperador Gurubashi. Por lo general lleva el traje tradicional de los 'Jin Gurubashis, una armadura trenzada y con un casco con forma de tiki para espantar a los malos espíritus, así como su fiel báculo, Bwa'Ma, una de las reliquias de su tribu y consagrado a Lukou

Carácter[]

Originalmente impulsiva, fiera y agresiva, los años han ido atemperando su carácter, y su cada vez mayor misticismo y religiosidad han hecho que suela estar calmada y expectante, relegando su anterior fuego interior para las ocasiones más urgentes y los momentos más críticos.

Aunque sigue siendo incapaz de meditar debido a su hiperactividad, cada vez se sume más en la introspección y rara vez deja traslucir sus pensamientos. Cuando no relata algo del pasado suele caer en el laconismo más intenso y generalmente usará una mirada en lugar de palabras para dar a cumplir una orden.

Los Lanzaverde[]

La tribu Lanzaverde, liderados por el guerrero Utha y la hechicera Umma se desgajó del Imperio Gurubashi tras su fragmentación en docenas de pequeñas tribus, escogiendo aposentarse en un conjunto de pequeñas islas semipantanosas, cerca de Jaguero, en Tuercespina. Desde su nacimiento fueron una tribu bastante pequeña, que apenas llegaba al centenar de miembros y su nombre vino de la costumbre de untar las lanzas de caza de un veneno paralizante extraído de las plantas que crecían en las islas y cerca de Utha'Jin, el asentamiento principal de la tribu.

Durante miles de años vivieron en relativa paz en las islas, aislados de todos los acontecimientos del mundo a excepción de periódicas escaramuzas contra sus vecinos machacacráneos y contra los múrloc que intentaban colonizar las islas, desarrollando una cultura un poco peculiar. A diferencia de las demás tribus trols, esta no presentó un carácter marcadamente agresivo, si no que se convirtió en una tribu reflexiva, poco dada a los conflictos más allá de lo natural en la naturaleza trol, y dedicada a la veneración del  pasado y los ancestros. Junto al Jin y al médico brujo, apareció otra figura de respeto y renombre entre esta tribu, el Custodio de la Memoria, encargado de memorizar todas las historias épicas de los Lanzaverde, todas sus gestas y todos los nombres de sus héroes, cargo otorgado generalmente a una hembra, y con el tiempo, guiados por esta tríada poco a poco fueron prosperando hasta el segundo advenimiento de Hakkar en Zul'Gurub.

Desesperados por revertir el inevitable proceso de decadencia y corrupción de su sociedad, los Gurubashi una vez más volvieron a escuchar los dulces susurros de Hakkar el Corruptor y los Atal'Ai volvieron desde el Pantano de las Penas en secreto para preparar la vuelta de su señor. En todo Zul'Gurub los sacrificios se redoblaban, ofreciendo la sangre y las almas al temible Cazador de Almas y la tribu Lanzaverde era un bocado demasiado fácil para dejarlo pasar. En una tarde calurosa, mientras los Lanzaverde descansaban de sus quehaceres diarios, decenas de canoas Gurubashi aparecieron y desembarcaron con rapidez, tomando la aldea casi sin combatir y llevaron a la práctica totalidad de la tribu a Zul'Gurub, donde, acusados de traidores al imperio fueron sacrificados cruelmente a Hakkar con el fin de seguir alimentándolo con las almas de los desdichados trols. Utha'Jin fue quemado hasta los cimientos y los tikis ancestrales pisoteados o llevados a Zul'Gurub como trofeos y con la ejecución del padre de Máhal, el anciano Bwemba'Jin la tribu de los Lanzaverde fue entregada como ofrenda, extinguiendo así el linaje de Utha y Umma.

Tras el saqueo de Zul'Gurub por parte de los Zandalari y sus aliados de la Horda y la Alianza, muchos de los tesoros de la tribu partieron hacia Zuldazar como recuerdo de otra tribu de tantas desaparecida o para decorar el botín de numerosos aventureros, y en la actualidad, la última Lanzaverde, Máhal emprende numerosos viajes con el fin de reunir todas las reliquias de su tribu para dejarlas en los restos de Utha'Jin, ya tomados por la maleza y las bestias, con el fin de dar paz a sus ancestros.

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